El Perú muestra el nivel
más bajo de desempeño en lectura
Según un estudio realizado por el
Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en
inglés), para la Unesco y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
(OCDE), algunos países latinoamericanos se encuentran muy rezagados en lectura,
matemáticas y ciencias, y el Perú se encuentra en la cola de la lista.
La investigación, cuyos resultados figuran en el informe
"Aptitudes básicas para el mundo de mañana. Otros resultados del proyecto
PISA 2000", estudia en qué medida los estudiantes de 15 años que se
aproximan al fin de la educación básica obligatoria han adquirido -en las tres
áreas mencionadas- algunos de los conocimientos y aptitudes esenciales para
participar plenamente en la sociedad del conocimiento.
Así, compara los datos recabados en el 2002 en 15 países de
ingresos medios (Argentina, Chile, Perú, Brasil, Albania, Bulgaria, Rusia, Hong
Kong, Indonesia, Israel, Letonia, Liechtenstein, Macedonia, Rumania y
Tailandia) con los reunidos en el 2000 en 28 de los 30 países de la OCDE,
integrada por países desarrollados.
La evaluación se basó en pruebas y cuestionarios efectuados entre
4.500 y 10.000 alumnos en cada uno de los 43 países participantes. De acuerdo
con ello, los alumnos finlandeses figuran entre los mejores del mundo en cuanto
a la lectura, mientras que los de Japón, Hong Kong y Corea del Sur son los
primeros en matemáticas y ciencias. La mala noticia es que una vez más se
confirma que, en materia de lectura, el Perú se encuentra al final de la lista
de los países evaluados.
Para medir esta aptitud, el PISA estableció una escala que va del
nivel 1 (los estudiantes tienen serias dificultades para utilizar la lectura
como un instrumento para avanzar y ampliar sus conocimientos y destrezas en
otras áreas) al nivel 5 (pueden manejar información que se presenta en textos
con los que no están familiarizados, muestran una comprensión detallada de
textos complejos y deducen qué información es relevante a la tarea, evalúan
críticamente y establecen hipótesis con la capacidad de recurrir a
conocimientos y conceptos especializados que pueden ser contrarios a sus
expectativas).
De acuerdo con el informe, más del 80% de los alumnos peruanos
presenta un desempeño que se ubica dentro del nivel 1. No obstante, de ellos,
el 54% está por debajo de esa escala. "Estos alumnos tropiezan con serias
dificultades para utilizar la lectura como instrumento que les permita
progresar e incrementar sus conocimientos y competencias en otros
ámbitos", señala el estudio.
También analiza otros factores que afectan el proceso de
aprendizaje, como el entorno familiar, el cual "influye en el éxito
educativo, y el estatus socioeconómico puede reforzar sus efectos". A
pesar, se precisa, de que "un desempeño pobre en la escuela no proviene
automáticamente de un entorno socioeconómico desfavorable, este parece ser uno
de los factores más poderosos que influyen en el desempeño en las escalas de
aptitudes para la lectura, matemática y ciencias".
También destaca la educación de los padres. Según el estudio, en
todos los países los estudiantes cuyas madres han terminado el segundo ciclo de
educación secundaria tienen mejores desempeños en las tres áreas evaluadas que
los alumnos cuyas madres no han terminado ese nivel. Asimismo, los estudiantes
que muestran una interrelación más frecuente con sus padres tanto en asuntos
sociales como culturales tienden a tener un mejor desempeño.
"El problema de nuestro sistema educativo es su
obsolescencia"
El educador León Trahtemberg
afirmó que los resultados del estudio de la Unesco y la OCDE ratifican otro
informe realizado por la Unesco en 1998, que evaluó 13 países de América
Latina. En este -recuerda el especialista- se mostró que los mejores
estudiantes de matemáticas y lenguaje son los de Cuba, seguidos por los de
Argentina, Brasil y Chile, un poco más atrás se encuentran Colombia, México y
Paraguay y "los del Perú quedaron ubicados en último lugar en matemáticas
y antepenúltimo en lenguaje".
Señaló que en el 2002 se publicó nuevas mediciones de rendimiento
en matemáticas y lenguaje en alumnos peruanos de cuarto de secundaria, que
reiteraron el colapso de nuestra educación.
Afirmó que el problema es que el sistema educativo peruano es
obsoleto y que no está pensado ni diseñado para reconocer que la gran mayoría
de los alumnos son pobres, que proceden de hogares con escaso capital cultural.
Ante este problema recomendó la estimulación y compensación de carencias desde
la primera infancia, mucho antes de llegar a la escuela formal, a los 5 o 6
años.